Nuestro primer intento de IA no funcionó. Decidimos
volver a intentarlo seguido así que empezamos con las inyecciones de
hormonas inmediatamente y tuvimos
nuestro segundo procedimiento de IA el día 4 de Noviembre.
Las segundas 2 semanas de espera fueron en cierto modo
peores que las de la primera IA. Cada vez que iba al baño esperaba ver señales
de manchado. Mi cabeza estaba a mil revoluciones por minuto, así que me puse a
hacer un poco más de investigación en Internet a ver qué podía hacer yo para
ayudar a que esta IA funcionara. Encontré mil y un artículos acerca de qué NO
hacer durante estas dos semanas, muchos artículos de relleno y algunos
consejos…. Luego de cribar lo leído, me quedé con unas cuantas cosas que me
parecieron “seguibles”, como lo de comer el corazón de una piña durante los 5
días siguientes al procedimiento de IA para ayudar a la implantación, no
hice esfuerzos físicos, dejé de hacer ejercicio de alto impacto, descansé
todo lo que mi cuerpo me permitió, tomé religiosamente las pastillas prenatales
y la progesterona y en cuanto a comida y bebida, como si ya estuviera
embarazada… nada de alcohol, ni carne poco cocinada, ni jamón y poca cafeína.
El 18 de Noviembre me hice la primera prueba de embarazo
y tuve mi primer POSITIVO! La línea era muy clarita, así que el doctor me dijo
que esperase otros dos días y la volviera a hacer… el 20 de Noviembre a las 4:30am me hice el segundo test y otra
vez salió positivo y esta vez era mucho más apreciable. No me lo podía creer
así que esperé hasta las 8am y fui a la farmacia con la prueba de embarazo en
mano para que me dijeran si era en verdad positivo o era un producto de mi
imaginación. La situación fue muy simpática ya que la farmacia estaba llena de
señoras de edad, abuelas, y cuando la dependienta me dijo que eso era positivo
las señoras todas vinieron a felicitarme… fue muy bonito. Estaba tan contenta…
¡Iba a ser mamá!
Llamé a la oficina de mi doctor y me dieron cita para
ecografía en otras dos semanas, así fue que el 2 de diciembre fuimos a la cita
con mucha expectación. El Dr. Hijano me hizo la ecografía que confirmaba el
embarazo pero no se veía claramente el embrión… el doctor nos dijo que
esperáramos otros 10 días para hacernos otra ecografía. Nos dijo que quizás la
implantación fue tardía y que todavía era muy pequeño para que se vea. Nos
quedamos nerviosos y un poco asustados. Pasaron lo 10 días y volvimos a la
consulta del doctor Hijano y esta vez pudimos ver al baby y escuchar los
latidos de su corazón… fue una sensación tan bonita y tan esperanzadora… su
corazoncito latía fuerte y todo iba en condiciones. De acuerdo a la fecha de
implantación el embrión debería tener 7 semanas más o menos, pero la ecografía
mostraba que tenía aproximadamente 6 semanas y dos días, lo cual parecía
confirmar la teoría de la implantación tardía.
Salimos felices de la consulta e inmediatamente llamamos
a nuestras madres y a mi hermano para contarles la noticia. Mi madre se puso
loca de alegría al igual que mi hermano y mi suegra. Les pedimos que no se lo
contasen a nadie ya que queríamos esperar a que el baby pase las 13 semanas de
riesgo antes de hacerlo enteramente público, pero no pudimos evitar que se lo
contaran al resto de la familia.
EL Doctor Hijano nos preguntó si queríamos que él
realizara el seguimiento del embarazo, pero decidimos hacerlo en el Hospital
Quirón porque nos quedaba más cerca de casa y resultó no ser la mejor decisión, no porque
sea mala la atención sino porque es una atención de manada, no es nada
personal, como nos hubiera gustado que sea.
Al final decidimos ir a la Quirón para el seguimiento de
nuestro embarazo. Me dieron cita para el 23 de diciembre con una nueva doctora
ya que la ginecóloga que me veía no tenía fecha hasta mediados de Enero.
De acuerdo a la fecha en la que nos realizamos la IA, el
baby debería tener 9 semanas más o menos en la fecha en que teníamos cita con
la nueva doctora. Cuando me realizaron la ecografía de reconocimiento vimos de
nuevo al baby con su corazón latiendo fuerte y creciendo. Según la ecografía el
baby medía 8 semanas +2, pero a doctora dijo que era normal y que no debíamos
preocuparnos. No nos dijo mucho más acerca del bebé. A mi marido le cayó muy
bien la ginecóloga pero a mi no me terminaba de gustar… No decía mucho, no
explicaba gran cosa. Nos mandó las pruebas del primer trimestre (la doctora se veía
distraída, tanto que puso su nombre en lugar del mío en las hojas de las
pruebas!) y nos dio cita para dentro de 4 semanas.
Dos días después era Navidad, que en lugar de ser una
fecha familiar y de fiesta resultó ser bastante estresante debido a situaciones
familiares que por más que tratamos de ayudar no se terminaban de solucionar.
Nosotros estamos acostumbrados a celebrar las fiestas con toda la familia
reunida y con amigos, con niños correteando y mucho bullicio, pero estas
fiestas fueron diferentes… mi madre pasó las fiestas en Paraguay, mis primos y
sus niños fueron a Argentina, la Navidad la pasamos mi hermano, mi marido, mi
suegra y yo en casa y para Año Nuevo mi suegra ni siquiera quiso pasar la
Nochevieja con nosotros lo cual aumentó las tensiones y el malestar de la
situación familiar.
El 3 de enero me hicieron las pruebas del primer trimestre,
todo iba bien.
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